La niña y la mar...

La playa es un escenario bellísimo para dilucidar mis motines internos, me pone bien onda "Afuera se incendia todo, pero yo traigo apagafuegos" 💪🏾🌬️, total que cuando estoy aquí, analizo con mejor perspectiva el calibre de las situaciones venideras, al tiempo que decido entre "vivir lo que debo" o tirar a matar a lo que realmente quiero.

Claro que también aparece el abismo del chiquidrama, que disfruta jugar conmigo y mis niveles  de ansiedad y angustia que  rara vez  me abandonan.

Me acuerdo con profunda nostalgia de personas que me  acompañaron en el pasado y sin embargo, logro  ver con esperanza el futuro.

Se hace difícil no pensar, cuando no te acompañan el cúmulo de pendientes que dejaste amontonados  sobre tu escritorio y que al regresar,  calculo que no me darán ni tregua para echarle leña a un recuerdo de esos vivillos y divinos,  que harían sonrojar el  alma, en ese bucle existencial, redescubro que no extraño a la que fui, pero todavía no logro enorgullecerme de quién soy. 

Mis pecados se aglutinan como un motín de presos dispuestos a escapar ante el escrutinio soberbio de la llamada "conciencia".

Por mi cabeza gira tu sombra, y no puedo dejar de sentirme inquieta porque resuelvo que mucha de la valentía que hoy ostento, lleva impresa en su etiqueta "tu nombre" y quiero conmemorar tu imagen con la cabeza fría, pero admito que es imposible teniendo el cuerpo caliente.

Me toma por sorpresa tu recuerdo, como quien visita una casa que años atrás era su morada y se cuela por todos mis rincones sin pedir permiso.

En un descuido entra en escena la falta de arrepentimiento, tan protagonista, tan soberbia, que dicho sea de paso, se enorgullece de no cederle terreno al sentimiento solemne de la "prisa", esa señora que  en su nerviosismo nivel fatality, hace escoger a un "cualquiera" para compartir la vida.

 Y justo en medio de todo ese volcán de  emociones a punto de explotar, aparece la paz llamando a la puerta en forma de puesta de sol, sonido de olas del mar  y sosteniendo un vientito sereno en la cara...que invita a la calma, aún en medio de la tormenta.